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¿Cómo mantener a los niños seguros cerca de las piscinas?

Ismael Esparza
Ismael Esparza
2025-05-21 17:31:38
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Para mantener a los niños seguros cerca de las piscinas, rodear la zona de la piscina con una valla de protección es fundamental, ya que un dictamen ratificado por SOBRASA establece que la rejilla de protección debe tener una altura mínima de 1,20 m y debe estar cerrada con pestillos que no permitan a un niño abrir la puerta fácilmente o tener un sistema de cierre automático. Es función de los padres hablar con los pequeños sobre el tema, intentar explicarles de forma que los niños entiendan que es seguro que se muevan por la piscina siempre que estén acompañados por un adulto. Para fomentar la seguridad de los niños en la piscina, el suelo circundante y también la escalera de la piscina deben tener un revestimiento adecuado, el material debe ser antideslizante para evitar caídas y resbalones. Mantenga su piscina cuando no haya nadie dentro, ya que algunos desagües pueden aspirar cabellos, flotadores, ropa o incluso algunas partes del cuerpo de los niños. Para un niño menor de 4 años, es imprescindible llevar un chaleco salvavidas adecuado, ya que la Sociedad Brasileña de Pediatría y la Sociedad Brasileña de Salvamento Acuático sugieren el uso de chalecos, ya que estos son mejores que la boya de brazo. Es importante tener en cuenta que los movimientos bruscos pueden no funcionar con los más pequeños alrededor, y pueden querer reproducir los movimientos en otro momento, pero sin tener la prontitud de un adulto para hacerlo. Así que dé ejemplo a su hijo, guíelo, promueva un comportamiento seguro para usted y para él, y si quiere jugar con los más pequeños en la piscina, juegue con seguridad en ella. De este modo, garantizará la seguridad en la piscina infantil y todos podrán disfrutar de lo mejor que ofrece esta zona de ocio.
Santiago Pedroza
Santiago Pedroza
2025-05-17 21:42:44
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Nunca dejarlos solos ni en la piscina, ni en la playa, y siempre mantener una continua vigilancia del niño. Si por algún motivo necesitamos ausentarnos o hacer otra cosa que nos impida el contacto visual permanente, debemos comunicárselo a otro adulto para que tome el relevo. Y para realizar una correcta vigilancia seguiremos la llamada norma 10/20, que consiste en mirar a la piscina o playa cada 10 segundos y siempre estando en un lugar en el que tardemos menos de 20 segundos en llegar al agua. En el caso de las piscinas colocar dispositivos de seguridad que impidan que el niño pueda llegar solo a la piscina en un descuido. Asimismo es recomendable mantener los elementos llamativos como juguetes ordenados y lejos del agua o alrededor de la piscina, para evitar que inciten al niño a acercarse. Tanto en la playa como en piscinas comunitarias, enseñarles a los niños donde está el puesto del socorrista, explicarles que en caso de necesitar ayuda acudan a él. Si la piscina es privada, o vamos en barco, tendremos material de rescate como pértiga, aro salvavidas, brazo de rescate y, por supuesto, un botiquín actualizado y siempre un teléfono cerca.
Candela Tamez
Candela Tamez
2025-05-11 23:55:24
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Vigile siempre a los niños cuando estén en o cerca del agua, y nunca los deje sin supervisión. Designe a un Vigilante del agua, un adulto que se encargue de supervisar a los niños que están en el agua. Esa debe ser su única tarea; la persona encargada no debe leer, enviar y recibir textos o jugar juegos en su teléfono. Cuando haya un salvavidas presente, los padres y cuidadores deben siempre asumir la responsabilidad de vigilar a los niños cuando estén en o cerca del agua. Cuando un salvavidas se ausenta, es posible que los otros salvavidas no puedan ver toda la piscina; y si están sentados en sillas bajas, las personas dentro de la piscina podrían bloquear su vista. Tenga siempre un teléfono a la mano para casos de emergencia; y, si un niño se encuentra extraviado, lo primero por hacer es revisar la piscina. No se debe jugar o nadar cerca de los desagües o las tomas de succión, especialmente en spas y piscinas llanas, y nunca se debe entrar en una piscina o spa cuyo desagüe no tenga tapa o que tenga la tapa floja o rota. El cabello, extremidades, accesorios o el traje de baño del niño podría quedar atrapado en la toma de succión o el desagüe. Cuando use un spa, localice el interruptor de emergencia de la succión antes de entrar al agua. La piscina o el spa debe rodearse completamente con una cerca de al menos cuatro pies de altura en la cual no se puedan trepar los niños. Acceso al agua solo debe ser a través de una puerta de autocierre y con pestillo automático. Enseñe a los niños a nunca treparse en la puerta o cerca. Instale una alarma en la puerta que comunica la casa con la piscina y mantenga en buen estado las cubiertas de la piscina y el spa. A menudo, la gente presente es la primera en ayudar a una víctima de ahogamiento, así que el aprender resucitación cardiopulmonar puede salvar una vida. Una vez obtenida la certificación de RCP, asegúrese de mantenerla vigente. Muchos hospitales, centros comunitarios o la Cruz Roja Americana ofrecen clases de RCP. Antes de ir a la piscina o el spa con su familia, recuerde hacer La promesa de Piscina Segura Diversión Asegurada. Este llamado de acción en línea tiene la finalidad de recordar la importancia de mantenerse más seguro cerca del agua.
Yeray Otero
Yeray Otero
2025-04-28 08:23:33
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La supervisión constante es lo más importante para garantizar la seguridad de los niños en la piscina. Nunca debemos dejar a los niños solos sin la atención de un adulto responsable. Un niño pequeño se puede ahogar en una piscina de menos de 10 cm de agua de profundidad. En estos casos siempre se debe permanecer lo suficientemente cerca para alcanzarle estirando el brazo. Se puede designar a un adulto como "guardián de la piscina" para que se encargue de vigilar a los niños en todo momento. Y muy importante, este adulto debe estar libre de distracciones, como el uso de dispositivos móviles, para poder prestar atención completa a los pequeños. Enseñar a los niños a nadar desde una edad temprana puede marcar la diferencia en su seguridad en la piscina. La natación es una habilidad vital que les da confianza y les ayuda a desenvolverse en el agua. Además, establecer reglas claras es esencial. Hay que explicar muy bien a todos los niños las normas básicas de seguridad, como no correr alrededor de la piscina, no empujar a otros niños y no entrar al agua sin permiso. Estas reglas deben ser reforzadas periódicamente para que los niños las interioricen y se las recuerden unos a otros. Barreras o vallas de seguridad: Instalar una valla alrededor de la piscina para evitar que los niños accedan a ella sin supervisión puede ser una buena idea. La valla deberá tener una puerta con cierre automático y seguro para evitar que la abran sin supervisión. También existen sistemas como alarmas de piscina que emiten un sonido si alguien entra en el agua y pueden alertar en caso de emergencia. Es importante que los adultos encargados de la seguridad en la piscina estén capacitados en primeros auxilios y en la técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP). Esto les permitirá responder de manera adecuada en caso de emergencia y proporcionar los primeros auxilios necesarios mientras se espera la ayuda médica.
Jorge Olivares
Jorge Olivares
2025-04-28 07:27:38
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No perderlos de vista es fundamental, ya que incluso dos centímetros de profundidad y dos minutos bajo el agua pueden tener consecuencias fatales. Cuidado con los Lactantes: Antes de los seis meses, los bebés son vulnerables al sol y productos químicos en las piscinas. Mantenerlos a la sombra es crucial y evitar bañarlos en piscinas. Edad para Aprender a Nadar: Se recomienda a partir de los 4 años. Aprender a nadar no implica eliminar precauciones como flotadores o supervisión de adultos. Descansar 45 minutos después de las comidas principales es clave para evitar calambres o malestares, tanto antes de nadar como al mojarse en la piscina. Evitar ciertos juegos peligrosos y correr cerca de los bordes de la piscina para prevenir accidentes graves. Protección solar, sombreros, ropa de algodón y accesorios para prevenir daños por exposición al sol y el agua clorada. Aplicación correcta del protector solar y cuidados posteriores al baño para eliminar químicos y mantener a los niños hidratados. Ante molestias como dolores de oído, quemaduras solares o síntomas de enfermedad tras estar en la piscina, es crucial buscar asistencia médica. Siguiendo estos consejos, podrás asegurarte de que tus pequeños se diviertan de manera segura.
Yolanda Duarte
Yolanda Duarte
2025-04-28 06:26:30
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La estrategia esencial es supervisión de los niños pequeños, entendiendo como tal que el menor esté a una distancia de una brazada del cuidador. Presencia de un socorrista en lugares públicos. Pese a la presencia de uno de ellos, no dejar de vigilar a los niños y evitar situaciones que puedan distraer como hablar por teléfono. Nunca dejar solo al niño o bajo la vigilancia de otro menor cuando esté en la bañera, piscina, spa o cerca de cualquier boca de riego. Cerrar el perímetro completo de las piscinas. La valla debe ser suficientemente alta para evitar que el niño pueda trepar o saltarla y la distancia entre el borde inferior y el suelo debe ser inferior a 10 cm para impedir que los niños se cuelen por debajo. El mango de la puerta debe estar a 134 cm o más, para evitar que los más pequeños la puedan abrir. Cualquier piscina particular o comunitaria debería estar equipada con dispositivos de seguridad: cierre de protección, alarmas en el interior para detectar movimientos, lona o estructura rígida que soporte el peso de un adulto para tapar la piscina en época de invierno o otoño. Prohibir echarse de cabeza si la profundidad es inferior a 1,80 metros. Siempre es preferible que los niños se tiren a la piscina de pie. Iniciar clases de piscina entre los 1 y los 4 años disminuye la tasa de ahogamiento. No son una garantía para prevenir los ahogamientos, pero sí una estrategia más. Aconsejar a los padres que deben enseñar a sus hijos que nunca naden sin la supervisión de un adulto. Los niños no deben llevar flotadores hinchables, por el riesgo que supone si se desinflan. Son preferibles los chalecos salvavidas. Utilizar dispositivos personales de flotación cuando se navega en cualquier tipo de embarcación recreativa. Entrenamiento en maniobras de reanimación, tanto en padres como en adolescentes y niños mayores. Recomendar el vaciamiento de cualquier recipiente de agua después de su utilización, como por ejemplo los cubos de fregar. Los adolescentes deben conocer el riesgo que supone el consumo de alcohol o drogas cuando se bañan o están cerca del agua.